Cual es la intención 

Ricardo Velásquez Parker

Diputado por La Libertad

Muchos salvadoreños están exasperados y con razón, por como se han venido enmarañando las pitas de nuestra juvenil democracia. Si queremos verla desarrollada, robusta y saludable, no deberíamos descalificarla como inexperta, sino que busquemos cimentarla mejor, con los sólidos pilares del republicanismo, mediante el fortalecimiento institucional y apostando al desarrollo incluyente y sostenible.

Con esa idea, mirando la agenda de país, derivada del mensaje claro para la conformación de la Asamblea Legislativa y el rol constructivo que nos exigieron los electores, durante la campaña y luego del escrutinio más accidentado de nuestra historia. Me siento obligado a señalar un abuso que nos perjudica a todos los salvadoreños.

Cualquier ciudadano libre y responsable de la soberana República de El Salvador, comparte la idea fundamental, que para garantizar la convivencia, el respeto mutuo y la seguridad jurídica, dentro de un Estado de Derecho, es requisito indispensable evitar que ninguna fuerza política o de facto, acumule una cuota de poder sin contra pesos, sin opositores y sin la vigilancia de entes fiscalizadores eficaces.

Son las acumulaciones de poder y las pretensiones absolutistas, las que posibilitan en nuestro mundo que por ejemplo se ejecuten funcionarios por atreverse a bostezar, se encarcelen alcaldes por atreverse a protestar o se vapuleen diputadas por denunciar la corrupción. Los eventos citados coronan la espiral de la matonearía actual que habitualmente dibuja sus inicios con ejemplos como apagar el micrófono a opositoras incomodas.

El abuso que yo estoy denunciando ante la opinión pública viene siendo perpetrado sistemáticamente en El Salvador, mediante maniobras políticas de contravención a
lo regulado, lo plural, lo republicano y la proporcionalidad.

Cuando una aritmética legislativa sirve como herramienta para hacer fraude a la representación proporcional, derivada de una elección, la falta de respeto no es solo para los diputados sino para sus representados.

Hoy, mediante protocolos de entendimiento que nos excluyen, invocando con cinismo la voluntad a repetir en turno los abusos del pasado, muchos se montan en el macho de la prepotente aritmética legislativa, para consolidar el dominio del ejecutivo y el legislativo, declarándole abiertamente la guerra política a la Sala de lo Constitucional, con la venia de partidos mendicantes, despojados de la dignidad que alguna ideología les revistió en algún momento de la historia.

Ante esta desventaja artificial y manipulada, se suman como aliados de los aprendices de tiranos, algunos generadores de opinión que reprenden cualquier intento de denuncia.

Si el presidente saliente de la Asamblea, tiene explicaciones pendientes que darnos por un enriquecimiento patrimonial del que no ha rendido cuentas y yo me animo a recordarlo, no faltan quienes me increpan que debería mantener un perfil constructivo. Reclaman que no sea más de lo mismo, que todos están cansados de la confrontación y que mejor proponga. Argumentación aparentemente conciliadora que sirve como mordaza al deber y la responsabilidad.

Definitivamente voy a mantener como diputado una disposición de escucha, de aportación de valor agregado en comisiones y en el territorio. Pero lo que no debemos permitir, es que se arrebate el equilibrio de poder electo, manipulados por las tibias y timoratas posturas, que le alcahuetean al gobierno, prostituir funcionarios y acumular todo el poder, en una vocación absolutista que hace ratos vienen exhibiendo. Una presidencia de la asamblea Legislativa sumisa al ejecutivo, pretende abonar a la centralización y concentración del poder, o estará de adorno o interpretemos cual es la intención.

Liderazgo nacional de exportación

Cada vez que un concepto o herramienta se pone como tendencia, a demasiados salvadoreños en posición de jefatura les da por mandar a traer a un experto internacional, ya sea para conferencias, capacitar personal o hasta asesorar campañas políticas. Y buenos recursos de información me han dejado aquellos que he tenido oportunidad de presenciar recientemente. Pero siempre me queda la incomodidad de una idea. En El Salvador, tenemos suficiente liderazgo competente y mal aprovechado, debido a una subcultura populista que vale la pena irnos sacudiendo. En ese sentido soy categóricamente nacionalista.

Revisando mis redes sociales en esta semana, me llamó la atención un video de Gloria Álvarez.

Guatemalteca que expuso en el primer Parlamento Iberoamericano de la Juventud, celebrado del 17 al 19 de septiembre pasado en Zaragoza España, sobre democracia y participación política. Les recomiendo de corazón buscar el video en YouTube. Si son de la generación ajena a las redes, les garantizo que sus hijos o nietos les hacen la campaña a cambio de un beso.

Luego de emocionarme con el contenido. Me dispuse a investigar la fuente. En síntesis, Gloria propone desmantelar el populismo a través de la república y la tecnología, superando los absurdos discursos de izquierdas y derechas populistas que anulan la dignidad de la persona, por hacerle creer que requiere de un caudillo para subsistir o progresar. Expone además que la república anula vicios de gobierno señalados como tiranías, oligarquías y demagogias al institucionalizar el balance y contrapesos.

Sumado a lo anterior, la expositora se auto define en su perfil de twitter @crazyglorita; como Libertarian/Atheist/TreePlanter y como promotora de la lectura y el conocimiento.

Si vemos todo el panorama, nadie discrepa que la lectura da conocimiento y que a su vez empodera; pues el saber aporta autenticas ventajas competitivas a quien vende, argumenta, propone y decide.

En el video, Gloria Álvarez demuestra afilada y cultivada cabeza. Pero los más conservadores, suelen rechazar argumentos a priori al conocer detalles como ser libertario, ateo y otras hierbas de esas. Yo tengo la mente dispuesta a retener lo bueno y a desechar lo malo. El punto en discusión no debe ser si un personaje me cae bien, mal o si coincidimos en posturas ideológicas.

El punto central aquí es si el populismo puede ser derrotado por líderes nacionales dispuestos a hacer bien las cosas para desplazar a gobernantes, que en lugar de liderar, someten a sus dependientes de forma incremental. Pensemos entonces si la república institucional y robusta es la mejor alternativa posible a nuestra realidad. La ignorancia es caldo de cultivo para el populismo, el odio y la dependencia. Solo el conocimiento desencadena la creatividad que aporta soluciones reales.

Las ideas republicanas en ese video se exponen con una elocuencia y lucidez extraordinarias. El populismo es la política predilecta de las víctimas de la idiotez institucionalizada. Coincido con Gloria en republicanismo, en innovación y en el hábito de la lectura. Pido a Dios, que esa búsqueda le permita conocer a mi Señor un día cercano. Yo por mi parte, a seguir entusiasmando a cada persona de mi amado El Salvador, que cada uno es responsable de transformar su entorno inmediato. De modo que les confieso, que recojo algunos argumentos del video, para mi caja de herramientas. A veces Dios ocupa a los incrédulos para comunicar su voluntad a los creyentes.

Les apuesto que los discursos sobre republicanismo se van a escuchar en los próximos días con mayor énfasis. Un liderazgo renovado, comprometido y empoderado asoma bandera con paso firme y valor en el horizonte de El Salvador. Somos gente que cree en Dios, que defiende la vida desde la concepción, que ama a su familia, que sabemos trabajar en equipo y merecemos progresar en libertad para heredar lo mejor a las próximas generaciones con independencia. A los populistas del pan y el circo se les acaba la fiesta. Apostemos por desarrollar liderazgo nacional de exportación. Los que creemos eso innovamos #PorAmorAElSalvador

 

 

Del derecho de piso y otras necedades


Por Ricardo Velásquez Parker
@ravelpak

Un fin de semana de presupuesto restringido, no tenía para gasolina, para vitrinear. Mucho menos para comer afuera. Para colmo, me había terminado el último libro la noche previa. No tenía como entretenerme normalmente.

La necesitad hace aflorar la inventiva. Aprovechamos para amanecer tarde y merendar «creatividad culinaria casera», que me produce un enorme placer aunque la cocina termine destartalada, con mas trastos sucios de los necesarios.

A eso siguió una siesta mediterránea con Café del Mar sonando en los parlantes, porque dormir no gasta, sale mucho más barato.

Con el televisor amortizado y la factura del cable al día gracias a Dios; me puse a pescar entretenimiento, cambiando canales a control remoto. Luego de darle tres vueltas a los canales del dos al ciento y pico, sin encontrar nada interesante. Optamos por inspeccionar la programación digital.

La película seleccionada luego de ponderar un buen rato, si valía la pena seguir pagando el cable, resulto ser Ratatouille. Animación producida por Walt Disney Pictures junto a Pixar.

Como yo ya estaba metido en el rol de cocinero, la opción calzaba a la medida.

¿Una rata chef? Había escuchado hablar de políticos ratas, pero esto era novedoso. La historia gira sobre un cocinero novato que ingresa a un concurrido restaurante parisino, manejado por un jefe déspota y personal deprimido. La relación jerárquico laboral entre trabajadores, empleador y colegas, resultó caricaturizada al borde de la genialidad. Un crítico de comida llamado Anton Ego, era el personaje más temido, pues de su opinión pendía la percepción de los clientes sobre la vigencia y calidad del restaurante. Al final de la película, Ego redacta su opinión afirmando que:

El mundo suele ser cruel con el nuevo talento. Las nuevas creaciones, lo nuevo, necesita amigos.

Vivimos en un país donde la complejidad, problemas y necesidades rebalsan y las estructuras de todo ámbito, están viciadas por paradigmas absurdos. La intriga, la envidia y el sabotaje.
Todos parecen pedir innovación e ideas frescas pero pocos reconocen la metodología y pasión que se requiere.

Uno de esos vicios estructurales radica en la aceptación generalizada sobre el derecho de piso.
Con una población compuesta por un 60% de jóvenes, sobre cuyos hombros reposa la capacidad de pagar la deuda externa, pensiones y empujar a El Salvador hacia el progreso. Teniendo la opción de guiarlos, capacitarlos y entusiasmarlos a desarrollar la plenitud de su creatividad y pasión inherentes, la sola idea de ponerlos a pagar derechos de piso prolongados, raya en la necedad.

Sobre los necios acabo de leer un capitulo en el libro «Maestría» de Robert Greene que lo parafraseo a ver si los pico a leerlo:

En tu camino siempre te toparás con necios pues son demasiados para evitarlos. Son necios pues en la vida práctica, lo importante es producir resultados de largo plazo y hacer el trabajo en la forma más eficiente y creativa posible. Pero los necios tienen otra escala de valores. Le dan más importancia al corto plazo como conseguir dinero de inmediato, llamar la atención y quedar bien con todos. Los esclavizan sus egos e inseguridades. Disfrutan el drama e intrigas políticas. Si critican, siempre hacen énfasis en cosas irrelevantes y no argumentan. Les interesa más su posición que la verdad. Se distinguen por lo poco que hacen y por lo mucho que les enfada que otros produzcan resultados. Su naturaleza es rebajarte a su nivel. Te provocan y exasperan y si te pones a pelear con ellos, pierdes el sentido de lo realmente importante. No les puedes ganar una discusión ni hacerles ver tu perspectiva o cambiarlos, porque la racionalidad y los resultados no les importan. Simplemente pierdes valioso tiempo y energía emocional. Pero son parte de la vida así que tolera a los necios y persevera.

Hay unos que pueden y no quieren. Otros quieren y no pueden. Si quieres y puedes, dale poder al que quiere y entusiasma al que puede.

La innovación necesita amigos.